Iba a escribir acerca del increíble frío que atacó la capital estos días. Incluso tenía pensado tomar una fotito de la nieve que cayó, pero en este sector nevó de noche, y cuando me levanté al otro día, ya no había rastro de blancura. Podría haber salido la misma noche, pero a congelarme? Naaaaaaaaa.
Pero ese día igualmente hizo frío, y como tenía que hacer algunos trámites en el centro, tomé el metro. Y quedé sorprendido.
Van a pensar que soy un huaso, pero nunca me había topado con una paloma abajo en el andén. Perros he visto, e incluso gatos...pero palomas no. Tuve que tomarle una foto para recordar que hasta los animales escapan del horrible frío. O quizás el ave tenía pensado ir a visitar a sus parientes en la plaza de armas, y como tenía frió, decidió usar el metro. Quién sabe...
Ahora brilla un cálido sol afuera, como para ir a darse una vueltita, y recorrer.
Pero eso, se los dejo a ustedes... yo voy a dormir una siestita...
Saludos!